El Club Deportivo Badajoz cayó en casa ante un rival directo. El acierto de su guardameta, que sacó dos manos milagrosas, un golazo de Alfaro y un penalti, dieron la victoria a los rojillos que continúan con su racha positiva en el Nuevo Vivero. El Badajoz puso el fútbol y el Logroñés se llevó los puntos.
Los primeros 20 minutos de partido fueron una auténtica master class de fútbol de los de Óscar Cano. El Badajoz tocaba el balón a placer y el Nuevo Vivero disfrutaba con los mejores minutos de lo que llevamos de temporada. Las ocasiones llegaban; Pardo, Gorka, Isi, Otegui… pero el mejor de la primera parte sería Serantes que mantenía su portería a cero con paradas magistrales.
También el Logroñés disponía de sus ocasiones. En el 38 Pardo sacaba bajo palos un balón visitante y en el 40, Alfaro se sacó de la bota un misil que se colaba por la escuadra de la portería de Gonzalo, sin que éste pudiese hacer nada para evitarlo.
Tras el descanso el Badajoz, incrédulo ante el resultado de la primera parte, salía dispuesto a empatar el encuentro. 4 minutos le bastaron a Otegui para igualar el marcador. Con el 1-1 el juego fue menos vistoso que en la primera mitad. Ambos conjuntos continuaban intentándolo, pero sin mucho acierto. En el 83, el árbitro señalaba penalti a favor de la UD Logroñés y Guarrotxena transformaba desde los once metros.
Tuvo la última ocasión para empatar de nuevo Adri Cuevas, pero su testarazo se marchaba por encima de los tres palos.
Derrota en casa, dolorosa por el rival y fundamentalmente por lo que se vio en el terreno de juego. Esta jornada el equipo visitará al Unionistas de Salamanca CF.