Los blanquinegros cuajaron una buena actuación aguantando el empuje madridista. Un centro de David acabó por golpear en Bereket para hacer el único tanto del partido.
Cuarto partido en 12 días para el juvenil blanquinegro. Segundo consecutivo contra uno de los favoritos del grupo. El Real Madrid volvía a visitar Badajoz en lo que era la disputa de la segunda jornada de la competición. Aplazado en su momento, el Eusebio Bejarano albergaba el encuentro a puerta cerrada el mismo día que el Nuevo Vivero cumplía 22 años.
El partido comenzaba como se podía planear. Los madridistas mantenían el peso del partido con posesiones largas. El Juvenil, con líneas juntas y presión alta, evitaba que los de la castellana los sorprendieran. En la primera mitad solo un balón en largo de la defensa blanca conseguía poner en peligro al conjunto blanquinegro. El pacense Salazar recibía en solitario pero no podía superar con una vaselina a Narváez, atento a la picaresca del delantero.
La presión en zona de salida madridista por parte blanquinegra a punto estuvo de dar un susto a los madrileños. Primero fue Shahin el que estuvo cerca de cortar un pase del portero Mario de Luis y después fue Samu el que hacía lo propio.
Los de Germán metían peligro a la portería blanca tras dos faltas que sacaban rápido, y que dejaban mano a mano a Sergio Reina en primer lugar con un disparo que sacaba Mario de Luis a bocajarro y después con una chilena de Samu que acababa golpeando en un defensor madridista.
El cansancio comenzaba a hacer presencia en el Juvenil en los minutos finales de la primera mitad, lo que aprovechaba Rueda para poner centros e internadas peligrosas por parte derecha del ataque blanco. Juanma dispuso de la mejor ocasión visitante tras un centro de Lancho pero incomprensiblemente la mandaba lejos de la portería de Narváez.
La segunda mitad pasaba entre posesiones largas madridistas e intentos de sorpresa a balón parado en contra del juvenil blanquinegro. Narváez volvía a sacar un disparo, esta vez de Bruno y Jesús Gómez otro desde casi la línea de gol. Eran los minutos de más agobio pacense hasta que un centro de David mediada la segunda mitad, aparentemente sin peligro, golpeaba en Bereket para desviarla y batir a Narváez en lo que sería el único tanto del partido.
A pesar de la derrota, buenas sensaciones de los blanquinegros que afrontan este próximo domingo el último partido de estas dos duras semanas. Será a las 16h en el Eusebio Bejarano ante el Aravaca, equipo que llega empatado a puntos con los blanquinegros y en los que la victoria pacense significaría auparse a los cinco primeros puestos de la clasificación.